En el marco del 50º aniversario de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB), la Escuela Superior de Sanidad (ESS) llevó a cabo una nueva edición de la Cátedra Abierta "Dr. Ramón Carrillo". La jornada, realizada el 13 de noviembre en el Aula Magna de la Casa de Estudios, se centró en la reflexión y el aprendizaje en torno a las vacunas de plataforma ARN mensajero y su relevancia en la Salud Pública.
Los disertantes invitados fueron Gonzalo Pérez Marc, médico pediatra, doctorado en Medicina (UBA) y magíster en Bioética (Flacso); Andrea Uboldi, médica pediatra e Infectóloga; y Guillermina Forno, bioquímica, doctora en Ciencias Biológicas y magíster en Administración de empresas. Todos ellos son expertos reconocidos por su trayectoria y contribuciones al campo de la investigación en salud.
A lo largo de la jornada, los disertantes se enfocaron en tres ejes fundamentales: las nuevas plataformas de vacunas, su proceso de desarrollo y las distintas fases de estudios clínicos; el papel esencial que desempeña la Universidad en la formación de investigadores y profesionales de alto nivel; y la importancia de los programas de inmunización en el ámbito de la Salud Pública.
El primer disertante, Gonzalo Pérez Marc, médico pediatra, investigador principal del Hospital Militar Central y director general de Equipo Ciencia, lideró el estudio de fase II/III de la primera vacuna argentina ARVAC “Cecilia Grierson” contra el virus SARS-COV-2 que produce la enfermedad COVID-19.
En su exposición, Pérez Marc destacó cómo la imperiosa necesidad de encontrar soluciones para la pandemia generó una extraordinaria colaboración transdisciplinaria a nivel internacional y resaltó la importancia de la voluntad política traducida en su financiamiento. Señaló que países como China, India, Inglaterra, Argentina, Brasil, Estados Unidos, Alemania y Francia desempeñaron un papel crucial en acelerar el desarrollo tecnológico de vacunas para enfermedades respiratorias.
Hizo hincapié en que esta colaboración internacional permitió lograr avances significativos en un tiempo récord, transformando la lógica tradicional de la investigación clínica. En sus palabras: "La necesidad de encontrar una solución que pudiera prevenir una enfermedad tan grave generó dos aspectos fundamentales. En primer lugar, creó una voluntad política internacional para abordar el problema, lo que condujo a un trabajo transdisciplinario tanto a nivel regional como global. Expertos de diversas partes del mundo y especialidades colaboraron para alcanzar objetivos comunes y lograr avances significativos. En segundo lugar, subrayó la importancia de un financiamiento esencial para la investigación y desarrollo. La voluntad política respaldada por el Estado proporcionó los recursos necesarios para avanzar en esta misión".
“Lo que pasó con ARVAC fue épico y no me sorprende para nada, se hizo por primera vez el estudio desde fase cero hasta fase tres de una vacuna a gran escala, completamente producida en Argentina, lo cual es un logro impresionante considerando que son solo 12 países en el mundo que han alcanzado este nivel. Cuando hay una voluntad política respaldada por financiamiento y colaboración internacional y regional se logra acelerar el desarrollo tecnológico, lo que normalmente tomaría diez años, se logró en un año manteniendo las mismas normas éticas de investigación clínica. Este avance llevó a la creación de cinco plataformas diferentes, algunas muy novedosas, como la de ARN mensajero (ARNm), que cambiaron la lógica de cómo se investigan estas enfermedades. Esto marcó el comienzo de una nueva era en la investigación atómico-molecular de las proteínas, permitiendo detectar cuáles son los mejores objetivos para las vacunas y desarrollar plataformas que, aunque inicialmente requieren una inversión significativa, pueden adaptarse rápidamente para abordar nuevas variantes” aseguró el investigador.

La Universidad Pública como punto clave
En las exposiciones se hizo referencia al papel fundamental de la Universidad pública en los procesos de investigación y en la generación de recursos humanos de excelencia académica, subrayando la importancia de la confluencia entre el sector estatal y el privado.
“La presencia de la Universidad pública es clave. La UNL, por ejemplo, tiene mucho reconocimiento a nivel nacional e internacional y va a nutrir de muchos profesionales a las instituciones tanto públicas como privadas, nacionales e internacionales. Es un privilegio, y me parece que hay que estar a la altura tanto en el estudio como en la participación de docentes en el acceso a nueva información y a todas las prácticas que se puedan hacer, y en particular, en carreras como la bioquímica, la biotecnología y las neurociencias, que son carreras que les permiten involucrarse en diversas etapas del proceso de investigación y tener un papel crucial”, aseguró Pérez Marc y reconoció que “nuestros investigadores se salen de la media, escuchaba a un investigador francés muy reconocido diciendo que los mejores rotantes que tiene son argentinos y argentinas, y a mí eso no me llama la atención porque debido a que tenemos que enfrentarnos a dificultades atípicas en otras partes del mundo, aportan optimismo y una capacidad de trabajo que no se ve en otros lados. La contribución de Argentina en el desarrollo de vacunas y la participación destacada en los principales estudios y lugares de investigación clínica a nivel mundial refuerzan la idea de que el país ha desarrollado una calidad única en los profesionales de investigación clínica”.

Investigar en el mejor momento de la historia
Analizando el contexto actual de la ciencia mundial Gonzalo Pérez Marc reconoció que “estamos atravesando el mejor momento de la historia de la investigación clínica farmacológica, de la investigación clínica de vacunas, del desarrollo de nuevos medicamentos. Es un momento que está marcando un antes y un después, porque de repente se nos abre de un día para el otro la posibilidad de investigar enfermedades de las que pensábamos que no íbamos a tener medicamentos en muchísimos años, y estar en una etapa formativa en una época así es algo que hay que agradecer todos los días, hay que sentirse muy favorecidos por el azar”.
“Las vacunas basadas en ARNm ofrecen una gran oportunidad para contar con medicamentos eficaces en plazos de desarrollo más breves. Estas vacunas no solo posibilitan la creación de nuevos tratamientos para diversas enfermedades, tanto emergentes como preexistentes, sino que también mejoran las terapias ya existentes. Además, permiten afrontar enfermedades raras y propician el desarrollo de vacunas personalizadas contra el cáncer, el VIH, la enfermedad de Huntington y otras enfermedades infecciosas como la malaria y el dengue, señaló Forno.
 
IA como aliada de la ciencia

Consultado sobre la intervención de la inteligencia artificial (IA) en el campo de la investigación y producción de vacunas, Pérez Marc mencionó su capacidad para crear modelos más exactos, prever eventos y optimizar procesos: “La Inteligencia Artificial (IA) llegó para potenciar y perfeccionar los tiempos y la producción de vacunas. Esta tecnología permite crear modelos cada vez más exactos, anticipando eventos futuros. Desde diversas fases de la investigación, como la básica o el estudio de proteínas, ARN mensajero y ADN, la IA posibilita la predicción de las mejores secuencias nucleotídicas para generar la proteína más efectiva en términos de antigenicidad. Al utilizar modelos de secuenciación, se puede anticipar y evaluar los diferentes epítopos antigénicos, es decir, las regiones que generan respuestas inmunológicas. Este enfoque permite identificar las secuencias más eficaces y optimizar los procesos de producción, purificando cada etapa. La capacidad de la IA para modelar y perfeccionar estos procesos resulta espectacular, proporcionando una precisión mejorada en comparación con los métodos tradicionales. Además, la IA desempeña un papel fundamental en el enrolamiento de pacientes. Permite analizar situaciones epidemiológicas globales para determinar cuándo y dónde es más conveniente enrolar pacientes, considerando la distribución de una enfermedad en un momento específico. Esta capacidad de análisis en tiempo real es una herramienta invaluable que transforma la forma en que se lleva a cabo el enrolamiento de pacientes, optimizando la eficiencia del proceso”.

El impacto de las vacunas en la salud pública
A su turno, Andrea Uboldi, reforzó la idea de que Argentina está capacitada y lista para desempeñar un papel significativo en la investigación clínica, abriendo puertas a futuras colaboraciones y consolidando la posición del país como un actor destacado en el ámbito de la investigación biomédica a nivel mundial y marcó la importancia de la decisión política y el papel rector del Estado para potenciar la investigación clínica. "Se necesita una decisión política,  para potenciar la investigación clínica e invertir no solo en recursos humanos, sino también en financiamiento, la universidad juega un rol activo en estos procesos, se debe articular la participación del recurso humano formado en investigaciones en relación directa con los centros de atención, hay que fomentar la investigación traslacional. Esto es parte del nuevo futuro que se avecina”.
En relación a la situación particular en Santa Fe, Uboldi reconoció que, si bien no se lleva a cabo mucha investigación clínica de estas características en la región, ve este momento como un paso inicial para generar convenios, acuerdos, pasantías y trabajar en conjunto en futuros proyectos. Enfatizó que este enfoque colaborativo no solo fortalece la investigación clínica sino que también contribuye al desarrollo de acuerdos a nivel nacional e internacional.