El 4 de agosto en la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) tuvo lugar la charla – debate La “ciencia” dirigida a resolver problemas prácticos urgentes, ¿es ciencia auténtica? dictada por Luis Marone y organizada por la Secretaría de Ciencia y Técnica de la FBCB.
La actividad se desarrolló en el marco del Curso de Posgrado Epistemología y Metodología de la Ciencia, dictado del 1 al 5 de agosto por el disertante, y que otorga créditos para la carrera de Doctorado en Ciencias Biológicas.
La charla se centró en la necesidad de nuestro país de promover un desarrollo tecnológico que acompañe sus logros en el ámbito de la ciencia básica y aplicada e impulse avances industriales y sociales fundados y sostenibles. Con ese objetivo debe diseñarse un modelo genuino de promoción de la invención y la tecnología. El modelo debe apostar a resolver problemas para los que no existe hoy una solución satisfactoria mediante la invención de hipótesis originales que guíen el diseño de artefactos o planes de acción en cualquier disciplina (tecnología informática, biomédica, ambiental, nanotecnología, socio-tecnología en sus diferentes especialidades). Se trata de resolver problemas aplicados a través de genuina investigación.
La transferencia de conocimiento ya desarrollado desde los manuales a la realidad resuelve problemas sociales importantes de manera eficaz pero no es por ello auténtica tecnología: es actividad técnico-profesional. Confundir tecnología con servicios desalienta su principal característica: la apuesta original y riesgosa. En el mismo sentido, es objetable emplear el presupuesto de Ciencia y Técnica para financiar la política técnico-profesional.
Sobre la participación de los asistentes, Marone destacó “Fue excelente y muy valiosa ya que hubo aportes de los estudiantes del curso, los cuales mostraron que están atentos e interesados en el tema, y eso para quien viene de una semana intensa de trabajo es bueno poder verlo”.

La discusión entre profesión e investigación
La actividad presentó la posibilidad de debatir desde otra perspectiva cuestiones que son de preocupación actual, como lo es la confusión que puede ocurrir entre el desafío de hacer tecnología, que conlleva una cuestión de creatividad, y el de hacer servicios profesionales o técnico profesional, que no lo precisa.
Esta diferenciación se dispara desde el momento que se necesita hacer una indagación, que siempre responde a una problemática. Cuando los problemas tienen una solución posible de encontrar en un manual, se habla de hacer profesión, lo que no precisa una indagación profunda.
La investigación aparece cuando existen problemas que no tienen suficiente solución desde el punto de vista biológico por lo que, si se quiere encontrar una, ahí se estaría hablando de investigación.
“Cuando uno hace investigación, a diferencia de cuando se hace profesión, no se puede dar por hecho que esa solución va a funcionar, entonces se tiene que poner a prueba porque es una responsabilidad social. Se debe llevar adelante con una corroboración experimental que haya dado resultados. Esas son las diferencias. Profesión es lo que hace muchísima gente todos los días alrededor del mundo. Investigación es sólo cuando para la resolución del problema se necesita plantear una hipótesis e investigarla a ver si va a ser posible o no” expresó Marone.
A partir de las investigaciones es preciso construir artefactos de diversos tipos para cambiar la realidad, el cual es un espacio que está dedicado a resolver problemas con originalidad, pero que hoy en día es un sector que está poco desarrollado en el país y que requiere una pronta inversión. La Argentina posee un excelente desarrollo científico, y las universidades siguen formando profesionales que son valorados en muchas partes del mundo.
“Una problemática que se presenta al respecto es que los servicios cuentan con la enorme mayoría del dinero que está en el Producto Bruto Interno, mientras que la investigación sólo tiene un 1% del total. Entonces no tiene sentido que se gaste la plata de investigación en hacer servicios y que el 1% financie al 99%” declaró el disertante.

El valor de los papers
Una de las problemáticas relacionadas a la charla es la controversia que se genera respecto a la importancia o no de la escritura de papers.
Marone sobre esto explicó que no hay posibilidad de que los científicos se alejen de la escritura de papers por varias cuestiones. La primera, detalló, es que desde siempre los intelectuales se comunicaron a través de la escritura y que, a pesar de que la ciencia ha caído en un sistema de producción en serie, el científico es un intelectual más. La segunda cuestión es que es una herramienta necesaria para reflexionar y discutir sobre las investigaciones que existen.
“Aquello que está escrito es el modo de comunicación más razonable. Es la manera en que los científicos respondemos al financiamiento que nos da la sociedad. El paper antes de ser una herramienta de evaluación cumple funciones absolutamente importantes que hay que valorar” expresó y continuó “A mi me gustaría que con el tiempo los papers sean cada vez más completos, que no se fragmenten tanto, y que si esa investigación tuviera una parte aplicada, el científico no dudaría de su aplicación. Es necesario que el investigador permanezca resolviendo problemas para los cuales hoy no hay buenas respuestas”.

La pasión por la ciencia
Consultado por posibles consejos para los futuros científicos, Luis precisó “Es importante que aquel que desee hacer ciencia, siempre piense que es un espacio para la pasión, para pasarla bien, para ser un detective, para tener el máximo de libertad posible en cuanto a cómo formular sus preguntas, cómo ponerlas a prueba, cómo aprender, etc.; porque yo entiendo que detrás de la libertad siempre está la responsabilidad. Tómenlo con mucha pasión, siempre con el espíritu de que la duda, la crítica, la autocrítica, la curiosidad, la problematización, es mejor que creer. No se puede transformar la ciencia en un sistema de producción en serie, por eso hay que destacar el valor del intelectual que piensa la ciencia, reflexiona y evita automatizarse, para hacerla cada vez mejor” finalizó.

Sobre el disertante
Luis Marone es Licenciado en Biología con orientación en Ecología (UN La Plata. 1983), y Doctor en Ciencias Biológicas (UN San Luis. 1990). Actualmente se desempeña como investigador independiente de CONICET, profesor en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Cuyo y profesor en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.