Cada primero de octubre conmemoramos el Día Internacional de las Personas Mayores, un evento que subraya la importancia de reconocer y proteger sus derechos, promoviendo su inclusión y participación social, en concordancia con lo establecido en la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores (CIPDHPM).
Sobre esta efeméride Viviana Valvason, psicóloga y coordinadora académica de la Tecnicatura Universitaria en Gerontología que dicta la Escuela Superior de Sanidad “Dr. Ramón Carrillo” (ESS) de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB), expresó: “No podemos permitir que la vejez sea sinónimo de enfermedad, inutilidad o fragilidad. Es imperativo concientizar a la sociedad sobre la necesidad de reconocer a las personas mayores con una mirada libre de prejuicios y crear espacios donde también sean protagonistas y sus voces sean escuchadas en un ambiente de respeto y dignidad”.

Rechazando los estereotipos negativos
Todas las personas, independientemente de su edad, poseen metas por alcanzar, aspiraciones que desean cumplir y anhelos que buscan materializar. Esto se aplica también a las personas mayores, quienes no deben ser catalogadas como ciudadanos de menor importancia ni asociarse la vejez con una disminución de la productividad. A medida que el tiempo transcurre, hombres y mujeres atraviesan distintas etapas de la vida y es justo que todos disfruten de una vejez digna y respetuosa.
“Nuestros adultos mayores no solo acumulan años; también acumulan sabiduría, experiencia y conocimientos que enriquecen a toda la sociedad. Han marcado senderos, dejado huellas y compartido sus saberes con las generaciones más jóvenes. No podemos subestimar la importancia de sus contribuciones, ya que sin ellos, no tendríamos acceso a la riqueza de conocimientos que nos brindan”, señaló Valvasón.

Construyendo una sociedad inclusiva y respetuosa
“Desde la Tecnicatura Universitaria en Gerontología y la Cátedra Electiva Optativa Gerontología Social, existe un compromiso en promover la construcción de una sociedad que garantice equidad y autonomía para las personas mayores. Respetar y valorar a las personas mayores es un deber que no podemos eludir, escuchar sus voces se convierte en una inevitabilidad, y, ante todo, la inclusión de este segmento poblacional se vuelve una necesidad apremiante. Este empeño implica la creación de políticas públicas que aseguren la adecuada atención médica, la vivienda digna, la participación social y el respeto a los derechos fundamentales de nuestros mayores. Considerando que el tiempo avanza inexorablemente para todos, y que, en algún momento, todos formaremos parte de esta comunidad de personas mayores, es oportuno tomarse un momento para reflexionar sobre cómo deseamos que nos traten en esa etapa y garantizar que nuestros mayores disfruten de la calidad de vida que merecen. La vejez es una fase de la vida que merece ser honrada, celebrada y protegida” finalizó la coordinadora.