A partir del agravamiento de la pandemia debida al virus SARS-CoV-2, la educación en general y la brindada en las universidades públicas y privadas en particular, ha tenido que adaptarse a las condiciones de aislamiento físico que las Autoridades Nacionales han propuesto, como herramienta de prevención del contagio.
La Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) junto a la Escuela Superior de Sanidad “Dr. Ramón Carrillo”, no han sido ajenas a este proceso, implementando una modalidad de enseñanza virtual, a partir del uso de numerosas herramientas no presenciales que conforman el ambiente de aprendizaje del Aula Virtual. Esta transformación y su adaptación ha implicado un enorme esfuerzo de numerosos departamentos de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) como así también, y fundamentalmente, de los docentes de las diversas asignaturas que componen las más de doce carreras que posee esta Facultad.

¿Cómo vamos?

Es fundamental como parte inherente de este proceso, el seguimiento y la evaluación del mismo, con el fin de reconocer las falencias que van apareciendo, para remediarlas y producir mejoras constantes, ya sean éstas procedimentales como materiales.
La evaluación comprenderá, en una etapa inicial, un relevamiento transversal entre las diferentes Carreras, a través de la objetivación de 3 vectores esenciales: conectividad, retención y aprendizaje.

- Conectividad: en esta área se evaluarán los problemas y condicionamientos que han tenido los estudiantes para poder conectarse físicamente con las Aulas Virtuales. Ya sea por la falta de recursos materiales como de acceso a Internet.
- Retención: en este punto se evaluará cuál ha sido el nivel de desgranamiento que se ha tenido en cada espacio curricular, presumiblemente debido a las dificultades de adaptabilidad de algunos estudiantes o docentes a la modalidad propuesta.
- Aprendizaje: en este ítem se estudiará el proceso de aprendizaje de los estudiantes a través de los resultados obtenidos en las diferentes instancias evaluativas, que le han permitido obtener sus regularidades en cada asignatura.

“Creemos firmemente que los resultados obtenidos por la ponderación de estos aspectos nos llevarán a un aumento de la calidad de la enseñanza, ya no solamente con la mirada puesta en la emergencia sanitaria, sino en el proceso mismo de aprendizaje a través de la incorporación hacia el futuro de las nuevas tecnologías. La resiliencia, esa capacidad que tenemos las personas para superar circunstancias traumáticas, no solo nos puede salvar, sino hacernos mejores en nuestras tareas cotidianas”, fundamentó Guillermo Ramos, secretario académico de la Casa de Estudios.