Un grupo de corderas prepuberales o “preadolescentes” fue expuesto a una dosis ambientalmente relevante de un herbicida a base de glifosato (HBG) para evaluar su impacto en el aparato reproductor durante su desarrollo.
Los primeros resultados de la exposición demostraron que pueden darse efectos  permanentes en el útero y los ovarios de ovejas jóvenes. Estos cambios sin bien son producidos a nivel molecular, pueden tener efectos negativos durante la etapa adulta del animal, por ejemplo en la gestación, donde pueden darse fallas en la fertilidad. Estas fallas pueden ser previas o posteriores a la implantación del embrión.
Este trabajo fue realizado por un equipo de investigadores del Instituto de Salud y Ambiente del Litoral (ISAL, UNL-CONICET), y docentes de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) integrado por Ramiro Alarcón, Paola Ingaramo, María Mercedes Milesi, Mónica Muñoz de Toro, Enrique Luque; en colaboración con Gisela Dioguardi y Oscar Rivera del Instituto de Investigación sobre Producción Agropecuaria, Ambiente y Salud (IIPAAS) de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
Las primeras conclusiones fueron presentadas en la Reunión de la Sociedad Argentina de Investigación Clínica (SAIC), la Sociedad Argentina de Inmunología (SAI) y la Sociedad Argentina de Fisiología (SAFIS) que se llevó a cabo en Mar del Plata entre el 14 y el 17 de noviembre de 2018, donde Ramiro Alarcón y Paola Ingaramo, autor y coautora, obtuvieron una mención al Mejor Póster en el área de Toxicología. Además, estos resultados forman parte de un artículo científico recientemente publicado. “La perturbación endocrina produce alteraciones transitorias o permanentes. Nosotros, al elegir un modelo que se asemeja al humano, podemos aproximarnos un poco más a lo que son los efectos en la salud reproductiva humana, y por otro lado es un modelo muy interesante por su alto impacto a nivel productivo, considerando que las ovejas se utilizan para la producción de lana, leche y carne. Este trabajo reporta las posibles repercusiones negativas en el desarrollo de las ovejas que muchas veces están expuestas indirectamente al glifosato en granjas cercanas a los campos fumigados”, explicó Alarcón, Licenciado en Biotecnología y docente investigador de la FBCB y el CONICET.
 
La investigación

A corderas jóvenes, que haciendo un paralelo con los seres humanos serían como niñas, se las expuso durante sus primeras semanas de vida a un herbicida a base de glifosato a través de dos formas diferentes: por vía oral o por inyecciones subcutáneas, y a los 45 días de edad se evaluaron sus posibles alteraciones sobre el desarrollo de los ovarios y el útero.
“Según otros estudios, el glifosato se calificaría como un herbicida seudo-persistente, o sea que no se degrada tan rápidamente si se lo compara con su frecuencia de aplicación. Puede estar presente en sedimentos (se deposita en suelos), en el agua (ríos o lagos cercanos a los campos fumigados) y en algunos alimentos”, aclaró Ingaramo, docente investigadora de la FBCB y el CONICET.
“Nuestros aportes desde el laboratorio apuntan a generar conciencia sobre el uso y las prácticas de aplicación del glifosato. Nuestra tarea es aportar evidencias que puedan ser útiles al momento de reglamentar nuevas normativas. Éstas son las que se utilizan cuando se almacenan, administran y emplean determinados químicos; además, aportan regulaciones que permiten el control en los niveles de aplicación tanto en el campo como cerca de zonas habitadas”, remarcó Alarcón.
 
¿Por qué ovejas?
Es muy poco lo que se sabe de perturbación endocrina en ovejas y esta investigación tiene la particularidad de salirse del modelo de laboratorio típico con ratas. El equipo se centró en estos animales de granja porque el desarrollo que se produce del ovario y del útero es muy similar al del humano. “Nuestro equipo dirigido por Enrique Luque, director del ISAL y docente investigador de la FBCB y el CONICET, ya obtuvo resultados concretos en otras investigaciones donde expusimos a ratas al glifosato y observamos fallas reproductivas. Ahora elegimos un modelo animal diferente, que previamente hemos empleado con otros perturbadores endocrinos”, aclara Ingaramo.
Por su parte Alarcón remarcó que “la perturbación endocrina durante períodos denominados sensibles del desarrollo produce alteraciones transitorias o permanentes, es por eso que nosotros al elegir un modelo que se asemeja al humano podemos aproximarnos un poco más a lo que podríamos estar expuestos y a las consecuencias que podrían tener. Sin embargo, es importante destacar que aún con la importancia de los modelos animales, no podemos trasladar directamente estos resultados al humano”.

+ Info: "Neonatal exposure to a glyphosate-based herbicide alters the histofunctional differentiation of the ovaries and uterus in lambs"