Investigadores del Laboratorio de Ecotoxicología de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) describieron por primera vez los otolitos en las larvas de anfibios anuros. Los otolitos y otoconias son  partículas compuestas por carbonato de calcio que están presentes en el sistema vestibular de muchos organismos como los anfibios  y vertebrados. Son esenciales para el equilibrio y la orientación espacial.
Hasta el momento todos los estudios existentes describieron los otolitos en peces y larvas de urodelos (tritones y salamandras) y ápodos (como las cecilias o “viboritas ciegas”) pero jamás se habían reconocido estas estructuras minerales en el estado larval de los anuros (sapos y ranas).  Fue el equipo de investigadores integrado por Paola Peltzer, Agustín Bassó, Andrés Attademo, Celina Junges y Rafael C. Lajmanovich, que tomó el desafío de estudiar cómo hacen los pequeños renacuajos para mantener el equilibrio en un medio líquido. Sobre el aporte que genera este descubrimiento a otros científicos dedicados al tema, el profesor Lajmanovich, Titular de la Cátedra de Ecotoxicología de la Escuela Superior de Sanidad “Dr. Ramón Carillo” de la FBCB, explica que “este descubrimiento es muy importante porque  permitirá una mayor  comprensión sobre  la evolución del oído interno en los vertebrados, desde los peces hasta los humanos”.
Agustín Bassó fue el responsable de aislar por primera vez los otolitos y sobre los resultados logrados dijo “los datos que surgieron de comparar las 13 especies de anfibios anuros (12 regionales y una de América del Norte) sugieren que si bien los otolitos son estructuras evolutivamente conservativas, su tamaño y forma responde más a factores ecológicos que filogenéticos” concluyó.

Los otolitos como indicadores de contaminación
Otro aporte de este hallazgo, es que el estudio del origen y la composición química de estas estructuras micrométricas podrán determinar si la larva estuvo expuesta a determinados minerales o metales pesados. Los hábitats acuáticos donde se desarrollan las larvas tienen una relación directa con la composición de los otolitos y éstos en el futuro podrán convertirse en novedosos marcadores de exposición para determinar la contaminación por metales pesados. Justamente, el Proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT) dirigido por Paola Peltzer, en el marco del cual se realizó esta investigación, trata sobre el estudio de los contaminantes emergentes (CE), como los desechos domésticos e industriales, que generan elevados niveles de contaminación química y cuya presencia en el ambiente no se consideraba significativa por lo cual pasaban inadvertidos. Sobre esta realidad Peltzer explica que “actualmente están siendo ampliamente detectados porque tienen el potencial de producir serios impactos sobre la ecología y la salud de las personas”, finalizó.

La importancia del canto de las ranas y los sapos
Para las ranas y los sapos, el sentido de la audición es sumamente importante para su reproducción. Los anuros no sólo croan para anunciar la lluvia como comúnmente se cree sino para comunicarse y aparearse. Los que “cantan” son sólo los machos  y ese ritual,  tan cotidiano para los habitantes del Litoral, es para indicarles a las hembras su ubicación,  condición física, tamaño y territorio. También puede servirles para advertir la presencia de depredadores o incluso que están siendo atacados por uno. Al contrario de lo que sucede con los adultos, la capacidad auditiva de renacuajos ha sido escasamente estudiada y aquí radica otra contribución de este descubrimiento. Las diferencias encontradas en el sáculo de las larvas de anuros podrían explicar distinciones en el rango auditivo de distintas especies -o gremio espacial- que en las larvas intervienen principalmente en la detección de depredadores.

Reconocimiento mundial
El impacto que generó este descubrimiento valió su publicación en una de las revistas internacionales más importantes del ámbito científico: Hearing Research, de la editorial Elsevier. La revista sobre neurociencias se especializa en temas de audición y está dirigida a biólogos, audiólogos, otólogos, fisiólogos y neurólogos de todo el mundo. Esta validación mundial, del trabajo realizado por los científicos de la FBCB, confirma que a partir de aquí se sentó un importante precedente para futuras líneas de investigación sobre los efectos de las drogas y los contaminantes ambientales en la función auditiva.