En el Predio del Centro Científico Tecnológico (CCT) Conicet Santa Fe, ubicado en Colectora Ruta Nacional Nº 168 km. 472, quedaron formalmente habilitados los edificios que alojan desde este lunes al Instituto de Matemática Aplicada del Litoral (IMAL) y al Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL). Los investigadores que hasta ayer realizaban su tarea en distintas sedes, ahora compartirán espacios altamente calificados. Con inversiones de tres millones y 13 millones de pesos respectivamente, se construyeron y equiparon esas dependencias donde se realizará ciencia básica de primer nivel, orientada a la solución de problemas.
El acto de inauguración de estos institutos de doble dependencia Universidad Nacional del Litoral (UNL)-Conicet fue encabezado por la presidenta Cristina Fernández a través de una videoconferencia; y contó con la presencia del ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, Lino Barañao; el rector de la UNL, Albor Cantard; y el presidente del Conicet, Roberto Salvarezza. También estuvieron el secretario de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación de la provincia, David Asteggiano; el intendente de Santa Fe, José Corral; el director del IMAL, Hugo Aimar; y la directora interina del IAL, Raquel Chan, entre otros. La trascendencia de este acto convocó a autoridades universitarias, de los gobiernos provincial y municipal, diputados nacionales y provinciales, docentes, investigadores, estudiantes y público en general.
“Tenemos varios motivos para celebrar, como consecuencia de un trabajo sinérgico entre Conicet y la UNL que felizmente se ha profundizado en los últimos años. Cuando se cuenta con el apoyo de un programa especial del Ministerio de Ciencia y Tecnología para esta infraestructura, vemos que se pueden concretar obras de este tipo; y más aún en este Parque Tecnológico Litoral Centro que es paradigmático en el país y un ejemplo de lo que es un ámbito compartido por investigadores, docentes y sector empresario”, señaló minutos después del acto, el rector Cantard. Asimismo, destacó el trabajo de diseño y el proyecto de la Dirección de Obras de la UNL que se presentó oportunamente, y que obtuvo el financiamiento necesario para que las obras se lleven a cabo. “Está prevista la posibilidad de que estos institutos acompañen físicamente el crecimiento proyectado a futuro, por lo que vemos que están dadas todas las condiciones para un trabajo acorde a la actividad científica, y en un lugar de la ciudad que cada vez es más hermoso”, agregó.

Déficit saldado
Durante la teleconferencia, la presidenta Cristina Fernández enmarcó el hecho en el proceso que se inició con la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación en el año 2007, “con un concepto de la ciencia y la tecnología aplicadas al desarrollo de la producción, de tal manera de agregar valor a los productos argentinos”. En esa línea, recordó que entre los lineamientos de la nueva cartera nacional, el ministro Barañao había fijado la meta de saldar el déficit de 130 mil metros cuadrados de infraestructura dedicada a la ciencia y la técnica, generado después de tres décadas de falta de inversión en el área. “Con los dos nuevos edificios dependientes del Conicet y la Universidad Nacional del Litoral que inauguramos hoy en Santa Fe, estamos superando los 155 mil metros cuadrados de superficie”, celebró la primera mandataria.
Por su parte, el ministro Lino Barañao agregó que en el marco del Plan de Infraestructura “ingresamos ahora en una etapa en la que no solo vamos a financiar institutos en las provincias que tienen una capacidad científica consolidada como lo es Santa Fe; sino que además vamos a invertir en provincias que no tenían históricamente un desarrollo científico tan significativo, pero que tienen una masa crítica que amerita construir edificios de este tipo, con el fin de crear un ámbito propicio para el desarrollo científico asociado a las necesidades de cada una de las provincias”.

Infraestructura adecuada
El presidente del Conicet, Roberto Salvarezza detalló las características de las nuevas dependencias. Sobre el edificio del IMAL –donde trabajarán unas 48 personas entre investigadores, becarios, personal de apoyo y docentes- precisó que ocupa unos 400 metros cuadrados y cuenta con 19 boxes donde los matemáticos se abocarán al análisis armónico, estadística y análisis numérico, y a los nuevos desafíos planteados por su director Hugo Aimar. “Contar con un ámbito común le va a permitir a estos investigadores desarrollar su trabajo en mejores condiciones”, afirmó Salvarezza.
En relación con el edificio del IAL –para el que fue necesaria una inversión de 13 millones de pesos- el funcionario puntualizó que “cuenta con diez laboratorios equipados con lo más moderno que requiere la investigación que aquí se desarrolla sobre la base molecular por las cuales las plantas se adaptan al medioambiente, con toda la implicancia que tiene el desarrollo de nuevas variedades que permitan extender y mejorar los cultivos”. Y agregó que “el instituto cuenta además con un invernáculo con cámara fría, y con una sala de microscopía, entre otros elementos del más alto nivel”. Es necesario destacar que este instituto nació en el seno del Laboratorio de Biotecnología Vegetal de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL. 

Espacio para los que eligieron volver
Durante la videoconferencia, las autoridades destacaron que entre los investigadores que cumplirán su función en el IAL se encuentran científicos que regresaron recientemente al país, en el marco de la política de repatriación. En este sentido, la presidenta mantuvo un diálogo con el Doctor Pablo Manavella, uno de los seis investigadores que retornaron para desarrollar sus investigaciones en Santa Fe. Nacido en Justiniano Posse (Córdoba), y egresado de la Universidad Nacional de Córdoba, Manavella se doctoró en Ciencias Biológicas bajo la dirección de la Doctora Raquel Chan, obteniendo el premio a la mejor tesis doctoral. Desde septiembre de 2008 y hasta el fines del año pasado trabajó en el instituto Max-Planck para Biología del Desarrollo, de Tübingen (Alemania). En 2013 recibió la oferta para volver al IAL, ingresando como investigador adjunto del Conicet, con el apoyo de la asociación Max Planck y recibió un premio a su trayectoria internacional llamado CDA (Career Development Award) otorgado por la HFSP (Human Frontier Science Program) con el que podrá establecer su propio grupo de investigación sobre moléculas microRNAs y equipar su laboratorio. De esa manera volvió en diciembre pasado a la Argentina y decidió sumarse al IAL: “esta posibilidad era única no solo por tener mi propio espacio para generar un grupo de investigación, sino también porque el Instituto integra a científicos de alta calidad y creo que al estar todos juntos se genera una sinergia y una energía que es difícil de lograr aún cuando estando en la misma Universidad, estamos en distintos lugares. Esto es maravilloso porque en estos pasillos uno puede encontrarse con otro investigador, y de ese encuentro surgen ideas y colaboraciones. Es un ambiente científico enriquecido donde lo que se hace es puramente ciencia y por eso creemos que en este lugar se puede lograr algo espectacular”.
Como él, otros cinco investigadores desarrollarán sus estudios en el IAL. Ellos son: Karina Ribichich, que regresó de Brasil; Javier Moreno, que retornó de Michigan (EE.UU); Andrés Dekanty, que estuvo en Barcelona; Maximiliano Gómez, desde Estados Unidos; y Diana Gras, tras su permanencia en Chile.


Prensa UNL