El proyecto de desarrollo de un prototipo de vacuna oral contra el mal de Chagas fue presentado por Iván Marcipar, investigador de la FBCB, Christian Magni del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario; y Ana Pérez del Instituto de Inmunología Médica de la UNR. La propuesta fue premiada con un subsidio de $800.000 otorgado por el Conicet y la farmacéutica francesa Sanofi, en el marco de un incentivo a la innovación en "enfermedades huérfanas".
La entrega del premio se realizó el jueves 14 en la embajada francesa en Argentina, en la ciudad de Buenos Aires. La ceremonia fue presidida por el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, Lino Barañao y contó con la presencia del presidente del Conicet, Roberto Salvarezza; el embajador francés, Jean Pierre Asvazadourian, y el director médico de Sanofi, Cristian von Schulz-Hausmann.

El trabajo
El objetivo del grupo es desarrollar, a través de métodos experimentales y bioinformáticos, un antígeno que brinde buena protección frente al Trypanosoma Cruzi, parásito que causa el Mal de Chagas. Luego, ese antígeno podría transportarse hasta el intestino por vía oral a través de una bacteria que potencie la respuesta inmunológica.
El grupo de Tecnología Inmunológica de la UNL comenzará a trabajar en el desarrollo del antígeno. “Este antígeno es el que va a generar la respuesta específica que va a proteger. Luego se formulará dentro de una bacteria que tiene la característica de generar inmunidad administrándose por vía oral”, detalló Marcipar.
El investigador recalcó que se trata de un trabajo en fase inicial en el desarrollo de un prototipo. “En esta primera instancia se trabaja en el modelo experimental murino, es decir, en ratones”, subrayó.

Contra los parásitos
Desarrollar una vacuna oral contra el mal de Chagas es el objetivo de los investigadores, sin embargo la lucha contra los parásitos es un terreno plagado de dificultades. “Son organismos muy complejos que evolutivamente han desarrollado muchos mecanismos de evasión así como mecanismos de convivencia con el huésped”, explicó Marcipar.
La diversidad de los mecanismos y el desconocimiento de muchos de ellos es lo que dificulta el desarrollo de vacunas contra enfermedades causadas por parásitos. “El problema particular del T. cruzi es que es un parásito muy complejo y si bien hay muchos grupos trabajando y se avanzó mucho en los últimos años, no se conocen todos los factores de virulencia posibles del parásito”, contó.
A pesar de los esfuerzos invertidos, hasta el momento ningún grupo de investigación logró una vacuna que elimine al parásito T. cruzi del cuerpo.