El segundo Café Científico del año fue un repaso por la obra pictórica de distintas épocas y cómo fue influida por la geometría de Euclides. La charla estuvo a cargo de Nilda Marsili, docente e investigadora de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL y la Escuela Provincial de Artes Visuales Prof. Juan Mantovani.
Marsili, que tituló su ponencia “La geometría de Euclides en la pintura y el rinoceronte de Durero”, contó que hace dos años indagó en los acercamientos que podía existir entre la geometría y en cómo los artistas representaban sus obras: “Encontré grandes coincidencias. Me interesaba sobre todo el siglo XIX y el quiebre que había con la geometría euclidiana”, destacó.
Para argumentar su charla, la investigadora hizo un repaso por los modos de representación artística en distintas épocas: “En 2000 a. C. las representaciones eran planas y las figuras se quebraban en ángulos de 90º. Pero luego, en el 300 a. C., aparece Euclides, que escribe un tratado de geometría que nosotros utilizamos actualmente. A partir de ese momento, las obras comienzan a aparecer en perspectiva”, aseveró Marsili en relación a una tendencia que llegó hasta el siglo V, cuando cayó el Imperio Romano, y las representaciones volvieron a ser planas.
Sin embargo, a fines de la Edad Media hay una nueva búsqueda geométrica en las obras: “Giotto es un ejemplo y un precursor de la vuelta a la geometría euclidiana”.
Más tarde, hacia 1400, muchos de los artistas se dedican también a la ciencia. “Brunelleschi, por ejemplo, es un arquitecto que crea un método para representar la perspectiva, dando la sensación de espacio en la obra. Otro fue León Battista Alberti, arquitecto, poeta y filósofo, que se preocupó por la representación del piso y de los objetos sobre él en perspectiva. Otro grande fue Piero della Francesca, que retoma problemáticas de las matemáticas y se preocupa por la proporción del hombre”, enumeró.
“Otro gran pintor y dibujante fue Alberto Durero, que retoma las ideas de Euclides, pero que no se contacta con artistas, sino con matemáticos. Se preocupa por la naturaleza y por la proporción del cuerpo humano. El decía que el nuevo arte está basado en la ciencia, en particular, en las matemáticas, como la más exacta, lógica y gráficamente constructiva de las ciencias”, recordó Marsili.
Alrededor del año 1000, se produce un salto importante en las técnicas artísticas con la utilización de la cámara oscura para pintar, que se cree que fue introducida en Europa por un sabio árabe llamado Al-Hazen. “Era muy parecida a la cámara fotográfica y servía para que el artista dibujara, quitara una de las dimensiones del espacio y tuviera la representación en un plano”, relató.

Geometría no euclidiana
Marsili señaló que hacia el siglo XIX se produce una ruptura con la teoría euclidiana, ya que Carl Friedrich Gauss la cuestiona y propone una nueva geometría: “A esa geometría no euclidiana la desarrollan científicos como el mismo Gauss, Nikolai Lobachevski, llamado el Copérnico de la geometría, y János Bolyai, los tres por separado”, manifestó.
Coincidentemente, en el mismo siglo, en la obra del artista Georg Riemann aparece la geometría propuesta por Lobachevski, aunque también la euclidiana, al tiempo que toma conceptos de Gauss. Otro caso es el de Paul Cézzane, que se preocupaba por la construcción de los objetos y del espacio en sus obras, pero que dejaba de lado las ideas de Euclides.

El rinoceronte de Durero y la verdad
Marsili citó también una anécdota sobre Durero, al que le fue encomendado pintar un rinoceronte obsequiado en 1515 al Rey Manuel I de Portugal. El pintor alemán hizo dos dibujos con tinta y un grabado representando al rinoceronte. Sin embargo, nunca lo había visto, sino que se basó en una descripción antigua y un boceto de autor desconocido. “El rinoceronte de Durero tenía una cara parecida a la de un saurio, un cuerno en el cuello y tenía unas especies de placas. Todo era fruto de su imaginación, pero fue tan convincente y sólido que se siguió utilizando como representación fiel de un rinoceronte hasta el siglo XVII y principios del siglo XVIII”, sostuvo.
Otra anécdota es la de Fray Bartolomé de las Casas, que transcribió en el diario de Navegación de Cristóbal Colón su impresión sobre las sirenas que vio al llegar al nuevo continente: “Él decía que ‘el Almirante vio tres serenas (sirenas) que salieron bien alto de la mar, pero no eran tan hermosas como las pintan, que en alguna manera tenían forma de hombre en la cara’. No se sorprende de que Colón haya visto sirenas”. La pregunta que dejó Marsili fue ¿qué es verdadero en la ciencia? O ¿qué es verdadero en el arte?.
El ciclo de Café Científico es organizado por la Secretaría de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Provincia de Santa Fe, junto a la UNL, CONICET Santa Fe, Universidad Católica de Santa Fe y Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Santa Fe.