Se prohibió en todo el país la fabricación, importación y comercialización de mamaderas que contengan bisfenol A en su composición. Un equipo de profesionales de FBCB contribuyó con sus investigaciones sobre los efectos de este elemento.

La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) prohibió en todo el país la fabricación, importación y comercialización de mamaderas que contengan bisfenol A en su composición. Así se lo asentó en la Disposición 1207/2012 publicada ayer en el Boletín Oficial. En ella se expresa que atento al principio de precaución resulta conveniente la adopción de la medida en resguardo de la salud de los lactantes. También menciona los antecedentes de prohibición a nivel mundial y del Mercosur.

El aporte desde la FBCB
Ya en 2008 uno de los organismos rectores en la materia, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, según sus siglas en inglés) del gobierno de Estados Unidos convocó a un comité de expertos para evaluar la rigurosidad científica de los trabajos publicados en torno al tema. El equipo de profesionales dirigidos por el Dr. Enrique Luque y la Dra. Mónica Muñoz-de-Toro contribuyó con sus investigaciones, algunas de las cuales ya habían sido comentadas en 2005 en la prestigiosa revista Nature.
También basándose en estos trabajos, desde 2010 la prohibición de la comercialización de mamaderas con Bisfenol A se encuentra vigente en la provincia de Santa Fe. “Nuestros trabajos fueron tomados en cuenta cuando en los Estados Unidos y en Europa se prohibieron las mamaderas. En cambio, la autoridad sanitaria argentina esperó a que legislen otros países", comenta Luque.
Las lesiones que produce el bisfenol A en el organismo se manifiestan a largo plazo: cáncer de mama, cáncer de próstata, y otras partes del cuerpo. También el bisfenol afecta la fertilidad. Para identificar hoy a las mamaderas con bisfenol A, hay que leer el rótulo y corroborar de qué material están fabricadas. Si aparece el policarbonato en su composición, entonces tienen bisfenol.

Asuntos pendientes
Luque advirtió que el problema del bisfenol A no se resuelve con la prohibición de las mamaderas. “Está también presente en pinturas de las latas de conserva, en la tinta de los tickets de comercios, y en sellantes odontólogicos. Por lo cual, las embarazadas deberían evitar estar en contacto con esos productos para no transferirles el bisfenol A a sus hijos a través de la placenta”. Apuntó a una norma más amplia. “Lo que falta hacer en la Argentina es que haya una norma que obligue a los fabricantes de productos plásticos a que identifiquen con claridad si están libres de bisfenol A. Porque es un derecho del consumidor: al no existir esa norma, los consumidores hoy no pueden saber si los productos que adquieren tienen o no la sustancia que puede afectar la salud”.